Deberíamos Hacer un Contrato

Deberíamos hacer un contrato,
un pacto entre tú y yo.
Un acuerdo que se llame “Nos querremos para siempre.”

Uno que estipule que nos guardaremos en la memoria,
que seguiremos el rastro cuando nos perdamos en nosotros mismos,
que seremos prioridad cuando haya muchas cosas por hacer.

Una cláusula que mencione hacer el amor en el mar,
y en otra que yo cocino todos los días excepto los domingos,
ya que ese día saldremos a rodar y te invitaré a almorzar.

No olvidemos incluir que el primer día te diré cuanto te amo,
tomaré tu brazo cuando caminemos por la calle,
te abrazaré cuando estemos sobre la moto y que,
de vez en vez, miraremos las estrellas y los paisajes.

Entre las condiciones debe estar que seremos fieles.
Por favor, agrega que nos acurrucaremos cuando haga frío,
que tendremos nuestro propio lenguaje, uno telepático con miradas,
una sonrisa o un guiño, que sabremos cuando queramos salir a rodar;
que haremos travesuras para romper la rutina
y la obligación de comunicarnos cuando algo nos moleste.

Entre las generalidades habrá que escribir que reiremos todo el tiempo,
que tendremos un apodo de cariño y me darás un millón de besos diarios,
y uno que otro detalle que motiven mi pasión por las motos,
aunque claro estoy dispuesto a negociar.

Por último, en anexos, sólo quiero anotar que puedes contar conmigo para lo que necesites,
que eres lo mejor que me ha pasado,
que te quiero como nunca y como siempre,
que intentaré hacerte feliz todos los días.

No hagas caso de lo suspicaz de un papel,
porque mi contrato no expira,
está escrito en mi corazón, el primero y el único,
que cuando quieras, mi amor es tu refugio,
tú el mío y mi motocicleta tu mejor medio de transporte.

Adoradores de Curvas

 Adoradores de curvas, amantes de la carretera,
Dos ruedas y un motor potente, el piloto no necesita nada más.
la vida puede ser aburrida detrás de un escritorio,
Pero en una moto, sólo se puede ver bellezas.

Un cielo estrellado iluminando el camino a una puesta de sol en alta definición,
Ver la vida a bordo de una moto que te hace sentir más vivo mi corazón.
El sol, el viento, la lluvia … yo y la naturaleza en contacto directo.
Los dos ruedas me guían en el suelo o carretera de hormigón.

A menudo, la vida te lleva a donde no quieres estar.
En la moto, corro, hago mi camino .. ella es mi verdadero lugar.
El motociclismo es mi meditación.
Siento el momento, no pienso en nada. En dos ruedas, es sólo la emoción.

Cuando veo las arrugas en mi cara y mis hombros siento el peso del tiempo,
Me subo a mi moto y dejo a la edad irse como el viento.
Ningún motorista tiene una verdadera edad.
Los años no cuentan, no importa cuando se siente la indescriptible libertad.

Soy dependiente de emoción, agrietada adrenalina.
La aventura es mi amiga, mi amante, es mi concubina.
Verdes montañas, picos de nieve, bosque o desierto.
A bordo de una moto, todo es más vivo, siento a Dios en todo.
Piense en la mejor sensación que ha sentido en la vida – eso no es ni la mitad!

Con la moto, se siente más que vivo, siente todo a su alrededor, lleno del poder de la gravedad.
Solitarios o en grupos, siempre queremos más.
Ningún camino nos intimida, dejamos polvo detrás.
Pie en el acelerador y la mente en las alturas.

Motociclismo es sentir la vida en su más pura esencia.
No necesito cuatro ruedas, cuando, con sólo dos, puedo apreciar mejor la vista.
Mi vida sólo tiene sentido en la carretera. Soy motorista!

Si usted sólo anda en coche, precisa experimentar la moto y su calma velocidad
Debido a las cuatro ruedas, incluso puede mover el cuerpo, pero dos ruedas mueven el alma !

El Quijote Motero

Me gusta que me dé el viento en la cara
Montado en mi caballo de acero
De noche, de día, de madrugada,
Me gusta ser un quijote, motero.

Me gusta oír el ruido de la biela
Por pistas, carreteras y senderos.
Me gusta ver salir la luna llena,
Redonda, como las ruedas que llevo.

Si el tiempo, compañero de la vida,
Se para en una curva del camino,
Que el sol funda mi cuerpo en el acero
Porque soy caballero del destino.

A lomos de rocinante volaré,
Y si acaso algún día se desboca,
Con todas mis fuerzas cantaré:

«YO FUI MOTERO Y NOS ENCONTRAREMOS EN LAS CURVAS DEL CIELO»